Si no existen
suficientes litigios en el baloncesto español ayer volvió a sumarse un nuevo
capítulo más. La normativa que impide a
un entrenador de un equipo ACB a entrenar con una Federación de Baloncesto.
La norma volvió a ponerse en primera línea mediática con el anuncio de Jaume
Ponsarnau, entrenador del Assignia Manresa, como seleccionador español en la
sub 18. El acuerdo se anunció este
pasado fin de semana, oficializado por la página web de la ACB haciéndose eco
de una nota de prensa de la Agencia EFE según confirmó Pablo Malo de Molina,
jefe de contenidos de ACB.com en su cuenta Twitter personal. Ayer por la
tarde la ACB hizo un
comunicado recordando la imposibilidad por la normativa vigente.
En periodo de la gran
partida de cartas, el caso Jaume Ponsarnau se ha convertido en una
partida de ellas. Es evidente que
alguien jugaba con cartas marcadas en esta partida. Una partida a cinco
manos: la FEB, con Angel Palmi director
deportivo de la FEB y alquimista del afamado Método FEB, el Assignia Manresa, con Josep Vives, presidente del
Bàsquet Manresa, periodista y abogado, también hay que incluir a la agencia de
representación de jugadores U1st que vela por los derechos de Jaume Ponsarnau, en
concreto Pere Gallego agente de Ponsarnau y la AEEB, con Joan Maria Gavaldà
como cabeza visible de la partida y que defiende desde el año 2005 que las relaciones entre la parte contratante y la parte contratada se rijan por el sentido común y no por lo que indiquen terceras partes implicadas y Esther Queraltó, del departamento jurídico de la ACB que decidió participar con normativa en mano como baza.
La normativa no
es nueva, data del año 2002, y se han sucedido numerosos episodios, desde el reflejado con Aíto
García Reneses que, a caballo entre la Penya y el Unicaja, fue seleccionador
nacional en los Juegos Olímpicos de Pekín en 2008, no firmó acuerdo con Unicaja
hasta que finalizaron los Juegos Olímpicos. Ayer por la noche en su cuenta Twitter personal José Luis Sáez,
presidente de la ACB y comodín de la baraja del baloncesto español comunicó que
«Los clubes ACB aportan a las selecciones
jugadores, médicos, fisios…y entrenadores en los últimos años», más tarde Sáez indicó a las consultas
realizadas en Twitter por un servidor
y Chema de Lucas, alma máter de Solobasket que «del año 2000 hasta ahora se pueden ver los entrenadores con licencia ACB
que han estado en la base« para luego indicar que «en el baloncesto de base no se
había registrado ningún problema de norma».
Sáez tiene
razón en este punto, en el baloncesto de base no se había registrado ningún
problema de norma porque precisamente nunca se había dado un caso como el de
Jaume Ponsarnau. Chus Mateo y Diego Ocampo eran segundos entrenadores en ACB. Luis Guil no tenía ningún contrato en vigor
con equipos ACB, y el año pasado el Ucam Murcia ascendió a la ACB y por ello sí
se podía compatibilizar mientras desarrollaba sus labores como seleccionador en
las categorías inferiores, Txus Vidorreta cuando entrenaba al Bilbao Basket o
Ricard Casas cuando era entrenador del Bàsquet Manresa eran entrenadores en LEB
y no en ACB. En el año 2002 momento que sí se compatibilizó fue cuando se
aplicó la normativa. Desde entonces no ha habido ningún caso de primer entrenador
ACB que compatibilizara su cargo con el de seleccionador en categorías
inferiores. La AEEB ya iba avisando que un caso así podía suceder.
Desde luego a
Sáez no se le debe pedir responsabilidades en este asunto sino más bien al
resto de personas que componen el politburó de la Federación Española de
Baloncesto. Palmi se puso en contacto
con Bàsquet Manresa para solicitar que el club diera permiso al entrenador.
A Ponsarnau cuando le propusieron participar como seleccionador sub 18 mostró
su conformidad. Le hace ilusión. En
Manresa eran conocedores de la norma pero la FEB facilitó una serie de
argumentos regidos por el espíritu de la norma que hacían compatible los dos cargos. Josep Vives dio permiso porque lo consideraba positivo para el Bàsquet Manresa.
Javier Mestro alma máter de Encestando fue la primera
persona que atinó en vislumbrar la incompatibilidad de los dos cargos. Cesar
Nanclares en la tarde de ayer en TuBasket dinamitó la situación. Assignia
Manresa se puso en contacto con Kiko Martín, del gabinete de comunicación de la
FEB, inquietos por esa incompatibilidad. Kiko Martín les respondió «ni
caso, no habrá ningún problema». La ACB comunicó ayer justo lo
contrario. Como siempre en estos casos, se apunta a la ACB como la culpable cuando deberían pedirse explicaciones a los clubes que fueron quienes propusieron esta norma y son, al fin y al cabo, los que deciden si se puede cambiar.
Cierto es que
cuando hay una norma siempre se puede velar por el espíritu de la norma. La
ACB manifestó justamente lo contrario. La norma es estricta y aunque pueda
parecer injusta tiene su principio y su finalidad. Precisamente Sergio Scariolo, actual seleccionador español, reconoció
en unas declaraciones que en la actualidad podía comprender la finalidad en la
norma reflejando la situación de Simone Pianigiani como entrenador del
Montepascchi Siena y seleccionador italiano. En este caso, es posible que
la norma se pueda revisar, pero siempre y cuando los clubes que forman parte de
la ACB lo deseen. La ACB, o mejor dicho, Albert Agustí que asume también las
competencias en materia deportiva, no puede decidir de manera unilateral.
Siempre se decide en los clubes de forma asamblearía.
El Manresa en
este caso se siente utilizado en este asunto. Dio facilidades otorgando el permiso correspondiente pensando que la
FEB había dialogado anteriormente con el resto de partes implicadas en esta
partida de cartas. No fue así y al final las normas en esta partida
penalizan al infractor. No se puede
jugar con cartas marcadas, ni en Twitter, ni en el Txistu, ni en el Asador el
Frontón. El comodín como carta ambigua casi siempre en las partidas tiene un papel poco
trascendente. Si se quería revisar la norma, los procedimientos no deben ser
forzados por la opinión pública ni con comunicado de prensa sino por la discreción que FEB y ACB han
mostrado en otros asuntos donde comparten intereses. ¿Será el caso
Ponsarnau un nuevo puente para un nuevo entendimiento entre ambas partes? Un servidor no descarta a Ponsarnau en Lituania este próximo verano.
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El contraataque 